SD. Un informe dado a conocer ayer da cuenta de que el narcotraficante Carlos Morales Dávila, preso en Puerto Rico, utilizaba el atracadero de la villa número 17 de la calle Los Almendros de Casa de Campo en La Romana, para sacar cocaína, cuyo destino final era la vecina isla y la Florida, en Estados Unidos.
Según datos contenidos en el referido informe, el apresamiento en Puerto Rico del presunto narco desató el escándalo en la República Dominicana, provocado por la puesta en libertad por una jueza interina de cuatro miembros de la red que dirigía Morales Dávila y que se dedicaba a traficar cocaína.
Asimismo, de acuerdo con datos obtenidos, Morales Dávila viajaba muy a menudo a la República Dominicana bajo la identidad de Ricardo Torres y está considerado por las autoridades federales de Puerto Rico como el último narco importante detenido y del que dicen que tenía una estructura criminal que funcionaba en La Romana.
Se desprende del mencionado documento, obtenido por Diario Libre en el Segundo Juzgado de la Instrucción, que formaban parte de esta "poderosa estructura", Miguel Ángel Espinal, Félix Evangelista Sánchez, Roberto Antonio Mendoza y Eddy Antonio Martínez.
Estos cuatro individuos fueron apresados por la DEA y la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) a mediados de diciembre del 2010 y fueron precisamente puestos en libertad por la magistrada Awilda Inés Reyes Beltré, actuando como interina en el Segundo Juzgado de la Instrucción del Distrito Nacional.
Morales Dávila y sus cuatro socios enfrentan cargos en una corte del Distrito Sur de la Florida por presunta conspiración para llevar 310 kilogramos de cocaína a los Estados Unidos, y de ser encontrados culpables, podrían ser condenados a cadena perpetua, de acuerdo con las alegadas pruebas presentadas por la Fiscalía de jurisdicción en los Estados Unidos.
Por el caso también fue detenida la nacional puertorriqueña Sueneily Rodríguez Arroyo, quien trató de salir huyendo el día del allanamiento en la referida villa en Casa de Campo, en una yipeta marca Nissan Pathfinder, color blanco, placa X055458, propiedad de Morales Dávila.
Las autoridades ocuparon cuatro vehículos, dinero en efectivo en dólares y pesos, varios celulares, joyas, pasaportes americanos y otras pertenencias.
Durante el operativo fue apresado también Juan Hilario Navarro Núñez, quien, al percatarse de la operación denominada "Huracán", salió huyendo en la yipeta Toyota Land Cruiser, color rojo vino, placa G232739, propiedad de Ricardo Torres, (Canito), quien a petición de éste recogió el vehículo en la villa ubicada en el Bloque Caña, número 25 del Complejo Casa de Campo.
En la acción, los oficiales de la DEA y la DNCD detuvieron a Roy Francisco Sánchez Sonora, en la avenida Cuarta, casi esquina avenida Charles de Gaulle, de Los Tres Ojos, en momentos en que se encontraba a bordo de su vehículo, una yipeta Mercedes Benz, color blanco, placa X002854, y se le ocupó una pistola marca Berza, calibre 9 milímetros, con su cargador y 13 cápsulas, un reloj marca Choparo, una cadena de oro, un anillo, la suma de RD$5,229, entre otras pertenencias.
A Miguel Ángel Espinal Herrera se le ocupó una camioneta Mitsubishi, color azul, con una placa oficial de propiedad de la Academia Dominicana de Bomberos y la yipeta Hyundai Veracruz, color gris, placa G-182795.
Las autoridades le daban seguimiento a la red, catalogada como una de la más poderosa del área del Caribe, y que envió más de 300 kilogramos de cocaína a los Estados Unidos y Puerto Rico.
Según datos contenidos en el referido informe, el apresamiento en Puerto Rico del presunto narco desató el escándalo en la República Dominicana, provocado por la puesta en libertad por una jueza interina de cuatro miembros de la red que dirigía Morales Dávila y que se dedicaba a traficar cocaína.
Asimismo, de acuerdo con datos obtenidos, Morales Dávila viajaba muy a menudo a la República Dominicana bajo la identidad de Ricardo Torres y está considerado por las autoridades federales de Puerto Rico como el último narco importante detenido y del que dicen que tenía una estructura criminal que funcionaba en La Romana.
Se desprende del mencionado documento, obtenido por Diario Libre en el Segundo Juzgado de la Instrucción, que formaban parte de esta "poderosa estructura", Miguel Ángel Espinal, Félix Evangelista Sánchez, Roberto Antonio Mendoza y Eddy Antonio Martínez.
Estos cuatro individuos fueron apresados por la DEA y la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) a mediados de diciembre del 2010 y fueron precisamente puestos en libertad por la magistrada Awilda Inés Reyes Beltré, actuando como interina en el Segundo Juzgado de la Instrucción del Distrito Nacional.
Morales Dávila y sus cuatro socios enfrentan cargos en una corte del Distrito Sur de la Florida por presunta conspiración para llevar 310 kilogramos de cocaína a los Estados Unidos, y de ser encontrados culpables, podrían ser condenados a cadena perpetua, de acuerdo con las alegadas pruebas presentadas por la Fiscalía de jurisdicción en los Estados Unidos.
Por el caso también fue detenida la nacional puertorriqueña Sueneily Rodríguez Arroyo, quien trató de salir huyendo el día del allanamiento en la referida villa en Casa de Campo, en una yipeta marca Nissan Pathfinder, color blanco, placa X055458, propiedad de Morales Dávila.
Las autoridades ocuparon cuatro vehículos, dinero en efectivo en dólares y pesos, varios celulares, joyas, pasaportes americanos y otras pertenencias.
Durante el operativo fue apresado también Juan Hilario Navarro Núñez, quien, al percatarse de la operación denominada "Huracán", salió huyendo en la yipeta Toyota Land Cruiser, color rojo vino, placa G232739, propiedad de Ricardo Torres, (Canito), quien a petición de éste recogió el vehículo en la villa ubicada en el Bloque Caña, número 25 del Complejo Casa de Campo.
En la acción, los oficiales de la DEA y la DNCD detuvieron a Roy Francisco Sánchez Sonora, en la avenida Cuarta, casi esquina avenida Charles de Gaulle, de Los Tres Ojos, en momentos en que se encontraba a bordo de su vehículo, una yipeta Mercedes Benz, color blanco, placa X002854, y se le ocupó una pistola marca Berza, calibre 9 milímetros, con su cargador y 13 cápsulas, un reloj marca Choparo, una cadena de oro, un anillo, la suma de RD$5,229, entre otras pertenencias.
A Miguel Ángel Espinal Herrera se le ocupó una camioneta Mitsubishi, color azul, con una placa oficial de propiedad de la Academia Dominicana de Bomberos y la yipeta Hyundai Veracruz, color gris, placa G-182795.
Las autoridades le daban seguimiento a la red, catalogada como una de la más poderosa del área del Caribe, y que envió más de 300 kilogramos de cocaína a los Estados Unidos y Puerto Rico.
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