Lugar donde fueron encontrados los restos de tres choferes desaparecidos en las últimas semanas. A la izquierda, dos de los principales acusados. |
Coerción
Ramírez, de 44 años, es uno de cuatro que fueron apresados y anoche se le impuso un año de prisión preventiva como medida de coerción, mientras que a los demás implicados se les conocerá coerción la próxima semana.
La temible banda, que se dedicaba a asaltar choferes especialmente propietarios de minibuses a quienes obligaban a ir hasta el inhóspito lugar, que anoche quedó con una reducida custodia policial.
El confeso asesino reside en la calle Marcos Lake, del Ingenio Porvenir; mientras que Hugo Antonio Zorrilla Alfonseca, de 35 años, reside en la calle El Tráfico, del sector Porvenir, de San Pedro de Macorís.
La institución del orden dijo que los prevenidos son integrantes de la banda que se dedicaba a contratar los servicios de transporte que ofrecían sus víctimas, para asaltarlos, amordazarlos, lanzar sus cuerpos vivos en una fosa de 10 a 12 metros de profundidad, ubicada en un monte del sector H3 de la ciudad de Juan Dolio, en esa provincia y luego disponer de sus vehículos, los cuales eran trasladados hacia Elías Piña, zona fronteriza, donde otros hombres identificados como Divanis Adames Lorenzo y un haitiano solo conocido como “Yan”, quienes son activamente perseguidos, los comercializaban en el vecino país de Haití.
La policía sometió a la justicia a ambos, quienes habrían admitido su participación en las acciones, en tanto se dice que una mujer, supuestamente miembro de la Policía, estaría ligada a la banda, lo que no se ha confirmado.
A pesar de que solo se citan siete desaparecidos, se estima que el número podría ser mayor, si se toma en cuenta la forma periódica y calculada en que la banda operaba, sin ser advertida por las autoridades. Los secuestros que se producían en San Pedro de Macorís, Hato Mayor y La Romana incluían torturas a sus víctimas, a quienes amarraban de las manos y desnudaban, además de colocarles fundas plásticas en la cabeza y lanzarlos vivos al pozo de la casa abandonada en el sector H3 y Los Conucos.
EL DRAMA FAMILIAR
En medio del llanto y dolor de familiares se llevó a cabo la sepultura de Germán Arredondo, tras ser entregado a sus familiares, al ser confirmada su identidad en el Instituto Nacional de Ciencias Forenses, luego de ser sacado en avanzado estado de descomposición de la fosa de Juan Dolio.
Rudelkis Frías Castillo, esposa y su madre Milagros Polanco, lloraban desconsoladamente al permanecer desde la mañana a la espera de información del chofer David Polanco, quien desapareció el pasado 1 de mayo tras salir en una Nissan Urban 2007 de 18 pasajeros, y cuyo cadáver fue subido de la fosa a la 1:00 de la tarde y entregado luego de verificar identidad.
Rudelkis narró que su esposo nunca llegaba tarde y que ese día le comentó que iba a una actividad política, notando que nunca pasaba de las 9:00 de la noche sin llamarla, que era callado y organizado, por lo que de inmediato dio cuenta a la Policía.
“Yo no estoy en ese pozo, junto a mi esposo, porque él no quiso que yo dejara los niños solos, pero siempre andábamos juntos” dijo a LISTÍN DIARIO la conmovida dama.
Las implicaciones
Entre quienes se cita en las investigaciones por los secuestros de choferes figura Hugo Antonio Zorrilla Alfonseca, sin embargo las autoridades no han confirmado que es hijo de un coronel de la Autoridad Metropolitana del Transporte (AMET) como se comenta, pese a que salió de prisión el pasado 15 de abril.
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