Asaltan mujer al regresar de Las Américas a su casa

Ana Carrasco tomó un vuelo en horas de la madrugada desde el aeropuerto JFK de New York para Santo Domingo, a fin de darle una sorpresa a su esposo.

Pero la gran sorprendida fue ella, ya que llegando a su residencia del ensanche La Isabelita de esta capital, fue asaltada por desconocidos a bordo de una yipeta y con armas largas, despojándola de todas sus pertenencias y dinero en efectivo.

Carrasco, de 23 años, dijo  no salir del asombro y que se encuentra consternada con la situación ocurrida a ella, y a un amigo de la casa que la fue a buscar al Aeropuerto Internacional de Las Américas (AILA).

Llamó a las autoridades para que refuercen la vigilancia policial en la zona, ya que le robaron todas sus pertenencia y el riesgo de perder la vida si se resistían.

Se recuerda que Estados Unidos envió una alerta a sus ciudadanos que viajan al país sobre ocurrencia de atracos contra viajeros que llegan por el AILA.

Carrasto narró que saliendo del avión se le acercó un empleado de la terminal aérea, quien le ayudó con las maletas, debido a que ella tenía a su niña recién nacida en un coche y la acompañó al vehículo de un amigo que la llevaría a su residencia para darle la sorpresa a su esposo.

Dijo que dentro de la terminal el empleado le pidió que le diera sus documentos para ayudarla con el trámite en Migración para que pudiera salir rápido. “Yo diría que él tiene contacto con la gente de afuera, porque mi residencia queda a poco minutos del aeropuerto”.

No descartó que ese empleado, a quien dijo desconocer, haya suministrado cualquier información sobre su persona y la dirección a la que se dirigía, ya que en el transcurso de todo el trayecto de Las Américas no pudo observar que la estaban siguiendo.

Dijo que llegando a su residencia del edificio Romal I, apartamento 1B, del referido sector, su amigo y ella fueron obligados a desmontarse del vehículo por los antisociales, quienes portaban armas largas en manos.

A su amigo, dijo, lo tiraron en el pavimento con las manos en la cabeza, mientras que a ella la tenían apuntada con el arma, donde le expresaron que entregara todo lo que tenía encima: prendas, dinero, pasaporte, y los equipajes.