HIGÜEY.- Por el hacinamiento y la estrechez que le arropa, la cárcel preventiva de Higüey afectada por una rara bacteria que provoca adulteraciones y úlceras en la piel de los reos, el obispo de la Diócesis de la La Altagracia, Gregorio Nicanor Peña y el director provincial de Salud Ambiental, pidieron sea clausurada y construir un recinto penitenciario moderno para albergar a cientos de reos que viven en medio de las inmundicias.
Juan Bautista Polo de la Rosa, director provincial de Salud Ambiental, reveló que las enfermedades bacterianas que atacan a los reclusos del penal son causadas por el hacinamiento y la sudoración humana, provocando malos y nauseabundos olores.
Dijo que la rara enfermedad detectada se manifiesta con llagas en diversas partes del cuerpo, fiebre y malestar general.
"El hacinamiento en que se encuentran las personas que están allí no es apto para seres humanos, por lo que se ha desatado una epidemia de biodermitis, que es una infección de la piel, y la dermatitis por contacto", explicó.
El facultativo indica que la cárcel preventiva de Higüey funciona en el cuartel policial con dos celdas, con capacidad para 20 a 30 hombres y que actualmente hay 180 hombres malviviendo y apretujados.
Monseñor Gregorio Nicanor Peña Rodríguez, reclamó la clausura de ese lugar hasta tanto se acondicione para que ingresen reclusos de acuerdo con su capacidad.
"El Estado no puede permitir que los seres humanos porque hayan cometido delitos, sigan viviendo o vivan tan hacinados, esa cárcel debe ser borrada y construirse un recinto moderno, donde se pueda vivir desahogado y sin contaminación", expuso.
Al Hospital Nuestra Señora de la Altagracia siguen llegando presos con síntomas parecidos al cólera y ulceras en la piel, que se atribuyen a las picadas de una cucaracha, denominada "curianitas", que habrían llegado en barcos de cargas a muelles dominicanos.
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