Por PEDRO COTES San Pedro de Macoris¨No se a quién ayudo, o
quien me engaña¨, esta es una de las abundantes frases que pronuncian muchos de
los transeúntes que se desplazan hacia los diferentes establecimientos
comerciales ubicados en el centro de esta ciudad de San Pedro de Macorís, al
ser abordados por diversas personas pidiendo limosnas y ayuda monetaria por diversas
necesidades.
Mucho clientes afirman
es que no es extraño ver en los
alrededores de los distintos centros comerciales a personas pidiendo dádivas en los parqueos, a otras incluso con
niños en brazos pidiendo dinero para completar pasajes, los que piden para la
operación de una pierna fracturada o las famosas vendedoras de mentas para
beneficio de niños huérfanos u otra necesidad.
Algunos clientes sostienen
también que no faltan los niños, que en algunos casos son enviados por sus
propios padres a pedir en las afueras de las tiendas y quienes son expulsados
de los parqueos por los agentes de seguridad de algunos establecimientos
comerciales.
Las historias sobre
muchas de esas personas, ¨supuestamente necesitadas¨, cuentan que, unos que
otros tienen casas propias y en buenas condiciones, por lo que la mayoría de
los transeúntes o clientes no colaboran
tan fácilmente por temor a ser engañados.
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