San Pedro de Macoris-Sammy Sosa ha asumido una posición de dignidad con relación a su situación con los Cubs de Chicago, la organización con la que tuvo sus mejores años en las Mayores, llegó a ser un ídolo en la Ciudad de los Vientos, pero de la que está muy distanciado.
“Ellos saben dónde encontrarme”, dijo a elCaribe desde su residencia en Casa de Campo, en La Romana. “Yo soy una persona que el día que me necesiten ahí estaré. Pero yo no me voy a aparecer allá en el Wrigley Field estoy aquí, ábranme la puerta. Imposible. Yo no soy así. Por favor, no, no, con todo el respeto, yo soy una persona que sé lo que hice, he echado hacia adelante, he hecho todo correctamente”. “No sé por qué esa distancia. No sé. Yo no toco ese tema. El show debe de continuar y yo estoy feliz con lo que estoy haciendo”, agregó el expatrullero de los Cachorros, a quien apodaban “El Bambino del Caribe”.
“Todo lo que hice está ahí. Y una parte de mi corazón siempre estará en Chicago y con sus maravillosos fanáticos”, dijo Sosa.
Sosa jugó por última ocasión en las Grandes Ligas en 2007, cuando precisamente sacudió el jonrón 600 de su carrera frente a los mismos Cachorros, que no lo han vuelto a invitar al Wrigley Field ni han retirado su número 21, usado por varios peloteros desde su salida. De hecho, dio su cuadrangular 600 el 20 de junio de 2007 vistiendo el uniforme de Texas, su organización original, ante los envíos de Jason Marquis, que en ese momento tenía el 21 de Sammy, autor de 545 bambinazos con Chicago.
“Sé que mucha gente ha intercedido y lo agradezco”, comentó Sosa, señalando a su compatriota Manny Ramírez como una de esas personas. “Gracias a Manny por lo que dijo. Manny quería que si los Cubs iban a la Serie Mundial yo lanzara la pelota en un juego”.
Salón de la Fama
Sosa, que estuvo de visita la pasada semana en el país, se siente muy a gusto con el ritmo de vida que lleva. Ahora dedica mucho más tiempo a su familia, a sus negocios y otras actividades, como por ejemplo ayer, que tenía pautado reunirse con el expresidente Bill Clinton y su esposa Hillary, aspirante a la nominación presidencial por el partido demócrata en los Estados Unidos, en Miami.
El dominicano se siente a gusto con que su porcentaje de votos para ingresar al Salón de la Fama subió de 6.6 a 7, pero tampoco hará campaña alguna ni nada por el estilo para recibir mayor consideración. “Yo miro hacia el frente, nunca a los lados”, señaló. “Soy como esos caballos que solo están concentrados en la meta. No me preocupa lo que digan sin pruebas. Mis números están ahí”.
“¿Qué se puede hacer con el Salón de la Fama, porque mis números están ahí”, dijo. “Yo no soy el que vota, son ellos”, comentó Sammy, quien disparó 609 jonrones y remolcó 1,667 carreras en sus 18 años de carreras en las Mayores. -
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