ANDRÉS BOCA CHICA. A siete días de haber ocurrido el asesinato del comerciante Félix Manuel Silvestre (Jimenito) las autoridades policiales no han dado respuesta al crimen, con el apresamiento de los autores.
En las calles de Andrés todos hablan lo mismo y se preguntan si todavía no han apresado a quien le quitó la vida a Silvestre, quien era oriundo de este poblado y dueño de uno de los negocios más concurridos.
Silvestre era muy conocido entre los jóvenes estudiantes, quienes siempre tenían la colaboración del hoy occiso para los eventos deportivos y sociales del lugar.
También es recordado porque se levantaba diariamente a las 5:00 de la mañana para saludar a las personas que se dirigían a sus trabajos y a las que hacían ejercicio en esa hora.
A pesar de que la misma Policía Nacional ha dado a conocer un nombre del supuesto asesino de Jimenito, no hay detenidos, mientras que los vecinos y empleados del comerciante malogrado confiesan haber visto a tres individuos a bordo de un carro que llegaron al lugar a consumar el hecho de sangre, el día del crimen.
Félix Manuel Silvestre fue asesinado en su propia residencia, donde recibió, según las autoridades, diez impactos de balas, conforme a la cantidad de casquillos recogidos en la escena, mientras que uno de sus empleados que se encontraba allí estuvo a punto de correr la misma suerte, pero afortunadamente salvó su vida porque se protegió con una pared.
Con la confesión del empleado de Jimenito, el sector de Andrés exige a la Policía más esfuerzos para aclarar este caso.
Silvestre era propietario de la discoteca cafetería El Fogón y poseía una traba de gallos próximo al lugar donde fue ultimado.
De acuerdo a versiones, dos hombres la emprendieron a tiros contra el comerciante sin mediar palabras matándolo instantáneamente, luego que este retornara a su vivienda tras participar en un tribunal de la provincia Santo Domingo.
La caravana fúnebre con los restos de Félix Manuel Silvestre estuvo compuesta por cientos de personas, sobre todo jóvenes de la comunidad, entre ellos estudiantes, trabajadores y deportistas, quienes estuvieron presentes cuando era enterrado en el Cementerio Municipal de Jubey, en Boca Chica.
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