domingo, 12 de septiembre de 2010

La importancia de venir de una Buena familia...


Murió el pastor de un pequeño pueblo, y después de algún tiempo su congregación decidió que la viuda debía de casarse de nuevo.
Dado lo pequeño del pueblo, el único candidato disponible era el carnicero.
Aunque muy renuente porque estaba acostumbrada a vivir con un estudioso de la palabra y acaudalado como lo era en vida su esposo el pastor, la viuda aceptó.
Se celebró el matrimonio, y el viernes, después del baño y de orar fervientemente, el nuevo marido le dijo a la ex viuda:
Mi madre siempre dijo que al final de cada viernes es un precepto hacer sexo antes de ir a la Iglesia. Y lo hicieron.
Cuando volvieron del servicio religioso, él le dijo:
Según mi padre, es un precepto hacer sexo antes de cenar. Y lo hicieron de nuevo.
En la noche, una vez en la cama supuestamente para dormir, le dijo nuevamente:
Mi abuelo me dijo que siempre se debe hacer sexo en la noche antes de quedarse dormido. Y lo hicieron otra vez.
Finalmente durmieron, y al despertar en la mañana del sábado, la tocó y le dijo:

Mi tía dice que un creyente religioso siempre empieza y termina el sábado teniendo sexo. Y lo hicieron una y otra vez más.

El domingo en la mañana, el carnicero dijo, le oí decir una vez a un tío mío que era pecado no hacer sexo un domingo en la mañana. Y lo hicieron con fervor.
Ese mismo domingo, la ex viuda fue al mercado y se encontró con una amiga que le preguntó:
--¿Y qué tal tu nuevo marido?
--Bueno,... mira,... un intelectual realmente no lo es.
Pero viene de una familia maravillosa, y de excelentes tradiciones…

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