Los candados fueron descubiertos en una operación rutinaria de inspección de la Supervisoría de Inteligencia y Seguridad Aduanera, en un área autorizada para la exportación de contenedores con desperdicios de metales pertenecientes a la empresa DAC Metal Recycling, de la Zona Franca de San Pedro de Macorís.
Las piezas incautadas eran propiedad del Central Romana Corporación.
El director general de Aduanas, Rafael Camilo, advirtió que la DGA cerrará cualquier empresa que se compruebe comercialice metales robados para ser sacados del territorio.
Los candados de seguridad fueron incautados cuando eran transportados en un camión conducido por Andrés Peguero, quien pretendía venderlos a la empresa DAC Metal Recycling.
Peguero, al ser interrogado por los oficiales de Aduanas asignados al el proceso de verificación, manifestó que las piezas fueron enviadas por una señora identificada como Kenia Encarnación Paulino, de la que dijo es su empleado.
La Dirección General de Aduanas reinspeccionar otros tres contenedores que fueron llenados por DAC Metal Recycling para determinar si existen otras piezas.
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