MANUEL ANTONIO VEGA
HATO MAYOR.- La ola de robos, atracos y asaltos que sacude desde hace una semana la provincia de Hato Mayor, llegó hasta la casa del hacendado Juan Casasnovas, en la avenida Independencia No 64, donde dos encapuchados lo maniataron y amordazaron junto a una hija, buscando dinero.
La incursión de los delincuentes se produjo la madrugada del sábado, donde la policía se presentó por una llamada que hiciera un familiar al cuartel policial y lograra herir de bala a uno de los asaltantes.
Para penetrar a la casa de Casasnovas, los cacos violentaron una puerta trasera de la vivienda y una vez dentro se dirigieron a su habitación, donde amordazaron y maniataron.
Igual hicieron con su hija Pamela Casasnovas, quien cayó en estado de histeria, al ver los hombres armados de filosos machetes, que solo buscaban dinero y prendas preciosas.
La suegra de Casasnovas, que dormía en una habitación a puerta cerrada logró dar parte a su hija, la esposa del hacendado, quien a su vez llamó a la policía, que acudió al lugar del asalto.
Tras presentarse una patrulla policial, los cacos, abrieron una persiana y al percatarse que era la policía, trataron de huir por la parte trasera de la vivienda, pero uno recibió un disparo en una de sus piernas, mientras el otro logró escapar.
Una infernal ola de robos se registra en establecimientos comerciales, viviendas habitadas y atracos a personas que transitan a cualquier hora del día o de la noche por las calles de esta ciudad.
Las patrullas policiales han desaparecidos de las calles de los barrios desde que asumió el mando de la 40ta Compañía de la Policía Nacional en Hato Mayor, el coronel Francisco Ozoria.
Se dice que muchos agentes que estaban patrullando las calles de la ciudad, ahora cuidan las espaldas de empresarios del ámbar en el municipio agrícola de El Valle, quedando a merced de los ladrones y vendedores de drogas la ciudad de Hato Mayor.
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