San Pedro de Macoris-Miguel Ángel Sanó puso una de las más impresionantes campañas para un novato en la Liga Americana en la temporada pasada, obteniendo el tercer lugar en las votaciones, pero no todo fue color de rosas para el toletero dominicano de los Mellizos de Minnesota.
El pelotero de 22 años le dijo recientemente a Tyler Kepner, de The New York Times, en una exclusiva entrevista, que en la campaña anterior tuvo una batalla emocional después que perdió a su hija Angelia, quien murió una semana después de nacer, por problemas en el corazón.
“El año pasado lloré mucho en Doble-A”, dijo Sanó. “Yo estaba muy triste. No me concentraba demasiado en jugar porque pienso mucho acerca de mi bebé. Pero ahora entiendo que Dios la tomó a ella. No sé si ella hubiera tenido problemas en la vida.”
Sanó tiene un tatuaje en su antebrazo derecho con el nombre de ella y las letras “R.I.P”, con una paloma y con la última letra de su hija para recordarla.
Después de un comienzo lento en abril, bateando .159 en Doble-A, Sanó emergió en las Grandes Ligas causando un impacto sorprendente con Mellizos, pegando 18 cuadrangulares, mientras que empujó 52 carreras en 335 apariciones en el plato.
Sanó, que pasó la mayor parte de 2015 como bateador designado con los Mellizos – ahora se encuentra en medio de una transición para jugar en los jardines en la primavera, y se espera que sea una fuerza en el medio de la alineación del equipo.
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