HATO MAYOR. En las faldas de las montañas de la cadena que forma la Cordillera Oriental, algunos de ellos con vista al Océano Atlántico se avistan 36 espectaculares saltos de agua, que son ofertas agradables para vacacionar en la Semana Santa.
Las cascadas les ofrecen a todos sus visitantes un día lleno de aventura y diversión sin igual, amén de la pesca de cretáceos, guabinas, tilapias y dajaos que guardan sus aguas.
Entre los saltos más visitados y recomendables se citan Yanigua, El Zumbador en El Valle de Hato Mayor; La Jalda, Jayán, Cocuyo, El Cedro, Llovedera, Salto Grande o Cascada Blanca, La Higuera, Brazo Corto, El Cedro, Yabón y otros distribuidos entre las montañas de Miches y El Seibo.
Algunas de estas cascadas nacen por el cúmulo de agua almacenada en las montañas, por lo que sus chorreras son de las más extremas que se disfrutan en el bosque húmedo que se imponen en la zona Este.
Si deseas vivir una Semana Santa especial junto a tu familia y tus amigos no dejes de visitar cascada Yanigua, donde además del baño y el barro azul que posee la posa de agua, podrás conocer las minas de ámbar de El Valle en la Provincia Hato Mayor.
La Provincia de El Seibo, cuenta con 25 saltos de agua en 4 mil 700 kilómetros cuadrados de superficie que posee, lo que la hace privilegiada en la zona Este en oferta de turismo ecológico y turismo sostenible.
La naturaleza le dio a El Seibo la particularidad de tener una topografía ondulada, con fuertes pendientes, clima tropical sin estación seca con abundantes lluvias, que originan una densa red hidrográfica, que está siendo aprovechado por tours operadores para llevar turistas extranjeros a conocer de los saltos y cavernas que abundan en esta zona.
Estos cursos de agua nacen dentro de la superficie provinciana y desaguan en sus tres principales colectores, el río Seibo, Soco, El Cedro y Jayán, algunos de ellos terminan en el océano Atlántico.
La oferta de los saltos misioneros, permiten conocer y familiarizarse con algunas de las decenas de saltos y cascadas que se encuentran en la zona Este, esperando ser descubierto para asombrarlo con su cautivante magnetismo en medio de una naturaleza única.
Salto Cocuyo
Se encuentra ubicado en el extremo Norte hacia la carretera Seibo-Miches. Es un verdadero volcán de agua que nace de la erupción del agua subterránea de la montaña Limón en el distrito municipal de Pedro Sánchez.
Mirarlo desde la carretera que va a Miches es perder la vista y dejar el follaje y el pasto que le rodea para solo concentrarse en la correa de agua blanquecina que se va precipitando entre las rocas y los árboles que cubren este impresionante cañón de agua de más de 115 metros de altura.
La Jalda
Este elevado salto de unos 120 metros de altura es una maravilla única en el Caribe, presenta una falla geológica, con caídas de agua paralela a su cauce, que a diferencia de una cascada o catarata normal, se desborda en dos chorros de agua que prácticamente hipnotizan a quienes se detienen a observar el torrente de agua que se precipita a la charca.
Salto Grande
Cinco cascada en una sola montaña forman a Salto Grande o Cascada Blanca en El Seibo, cuyas aguas se conjugan con la brisa produciendo un verdadero concierto natural, único en el país.
Los saltos localizados en la región Este representan una reserva de fauna y flora de suma importancia para la República Dominicana.
Los Saltos de Miches, principalmente Llovedera, Brazo Corto, Jayán y El Cedro ofrecen variadas alternativas para vivir la naturaleza.
Se realizan travesías en 4x4; actividades de supervivencia en plena selva; Turismo de Estancia con cabalgatas, caminatas, paseos en jeep, y el mejor servicio artesanal y casero.
Las visitas a estos saltos de agua se organizan en el restaurant La Cueva, donde se garantiza una aventura sin comparación en medio de las galerías de la selva por los rápidos de los arroyos y ríos.
Se pueden observar la flora y la fauna ingresando por las picadas, descubriendo a cada paso cómo conviven armoniosamente mil formas de vida: árboles, arbustos, lianas, helechos silvestre o de sabana, enredaderas, junto a las aves, mamíferos, reptiles, peces y anfibios en un equilibrio natural sin igual.
Para llegar a algunos de estos saltos de agua es necesario caminar por debajo de plantaciones de cacao, que forman parte del paisaje de la ruta del Cacao en la región Este.
Salto El Cacao
Bajo ese nombre se conoce el salto de la charca más grande, que parece un brazo de mar, donde la pesca es habitual.
Al pie del salto existe una pileta natural, donde bañarse es como estar en una piscina privada de cualquier mansión veraniega.
Se localiza sobre el rio Yabón a 6 kilómetros del Distrito Municipal de San Francisco-Vicentillo, El Seibo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario