La demolición de la cárcel preventiva de Higüey se inició ayer luego de las quejas de los comunitarios y autoridades de ese municipio por el estado de hacinamiento en que se encontraban los reclusos que albergaban el centro.
La medida fue ordenada por el Procurador general de la República, Francisco Domínguez Brito, tras una visita que realizó al lugar y observara las precarias condiciones de cientos de reclusos que se mantenían en el lugar en condiciones infrahumanas, hasta el punto de que al menos 14 detenidos perdieron la vida en poco menos de dos años.
Los reclusos que guardaban prisión allí fueron trasladados al Centro de Corrección Anamuya.
La iniciativa provocó satisfacción entre los líderes comunitarios de la zona, y las propias autoridades locales, quienes indicaron que la medida evitará que continúen muriendo personas privadas de su libertar, tras considerar que el hecho de que hayan cometido un delito no significa que tengan que perder la vida.
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