Apenas con 11 años, aún luce pálido y parece no alcanzar a entender lo ocurrido, que cuenta con voz que casi se pierde. Solo le resuena el grito “¡ay, ay!” como lo último que escuchó de Davicito, de 12 años, cuando lo arrastraba un “golpe de agua” que le sorprendió en una rutina, que nunca contó con el apoyo de sus padres, pero que realizaban a escondidas.
Milagrosamente, Jorge logró agarrarse a una rama y fue rescatado, pero el cuerpo sin vida de Ángel David fue encontrado 14 horas después a más de un kilómetro de distancia del puente, por una brigada de 20 miembros y oficiales de la Defensa Civil, dirigidos por Carlos de la Rosa, encargado de operaciones.
Los rescatistas que arriesgaron sus vidas al lanzarse en las aguas del río fueron: Osvaldo Concepción, Félix Goico, Ramón (Tito) Aquino, Rubén Castro, Jendry Álvarez, Pedro Mercedes, Edgar de la Rosa, Emilio Lora Constanzo, Freddy Jacobo, Jesús Mercedes, Alejandro Villa, Dante Febles, José Jacobo, José Antonio, Daniel Antonio, Miguel Delgado, Omar Mercedes, Miguel Bermúdez y Pedro Mercedes.
Los demás amiguitos que le acompañaban están en “shock”, al igual que su madre Nathalie Rijo, quien adoraba a su único hijo.
El padre del niño, David Jiménez, reside fuera del país.
La paradoja es que la madre se arreglaba el cabello, para celebrar su cumpleaños al día siguiente, en un salón ubicado precisamente en la orilla del mismo río donde su hijo se ahogó.
Todos coinciden en que el sueño de David era ser un gran deportista, por su dedicación al básquetbol. “Siempre lo vi con una pelota”, dice su primo.
Su tía y su abuela lo describen como un niño ejemplar y tranquilo. Cursaba el 5to de primaria en el colegio de la pastora Raquel Cuevas.
La muerte del menor ha impactado y consternado a los seibanos, quienes se han solidarizado con sus familiares.
El cadáver de Ángel David Rijo fue sepultado este lunes, en el cementerio municipal.
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