Santo Domingo, 20 ago (EFE).- El departamento de Trabajo de Estados Unidos decidió ampliar el plazo que se fijó para investigar las denuncias presentadas por un sacerdote anglo-español sobre las condiciones laborales a las que las grandes empresas azucareras de la República Dominicana someten a los trabajadores del sector.
El departamento estadounidense recibió en diciembre de 2011 una denuncia del sacerdote Christopher Hartley y en abril abrió una investigación al amparo del Tratado de Libre Comercio suscrito entre Centroamérica, República Dominicana y Estados Unidos (DR-Cafta, por su sigla en inglés).
En una carta a la que hoy tuvo acceso Efe, el director de la Oficina de Asuntos Comerciales y Laborales, Gregory K. Schoepfle comunica a Hartley que "las circunstancias requieren una ampliación del tiempo" para evaluar los comentarios recibidos en respuesta a la notificación que ese departamento hizo pública en junio, durante la primera fase de la inspección.
También es necesario más tiempo, aunque la carta no precisa cuánto, para examinar la información que la citada oficina obtuvo durante una segunda visita a la República Dominicana en julio.
Hartley está en la actualidad destinado fuera de la República Dominicana, pero trabajó desde 1997 hasta 2006 en la parroquia de San José de los Llanos, en la provincia de San Pedro de Macorís, entre los bateyes (comunidades enclavadas en las plantaciones de caña de azúcar).
El sacerdote efectúa constantes denuncias sobre el trato que las grandes empresas productoras dan a los trabajadores, en su mayoría haitianos, que se dedican a cortar la caña de azúcar.
Les ha acusado de tráfico de personas, trabajo infantil, discriminación racial y falta de asistencia sanitaria, así como de explotación, fraudes y abusos laborales.
La investigación del Departamento de Trabajo, que inicialmente debía durar 180 días, pretende determinar "si las acciones de la República Dominicana son incompatibles con las obligaciones establecidas en el capítulo laboral del Tratado de Libre Comercio", confirmó en abril la embajada de Estados Unidos.
Durante la visita efectuada entonces, cuatro integrantes de la Oficina de Asuntos Comerciales y Laborales se reunieron con responsables de organizaciones que trabajan con los emigrantes haitianos que se dedican a cortar la caña.
Entre esas organizaciones figuran el Movimiento Socio-Cultural de los Trabajadores Haitianos (Mosctha); el Centro de Asesoría e Investigaciones Legales (Cedail); el Centro Bonó; la Red de Solidaridad con los Trabajadores de los Bateyes del Este y otras.
Los miembros de esas organizaciones les hablaron de su experiencia con los trabajadores y de las condiciones en las que desempeñan su labor, dijo a Efe una fuente de estas entidades.
También tuvieron reuniones personales con cerca de ochenta trabajadores con quienes se entrevistaron en el Centro de Solidaridad Jesús Peregrino, en San Pedro de Macorís (sureste) y en Barahona (suroeste)
Otros tres representantes del Departamento de Trabajo visitaron las zonas cañeras en julio y se reunieron de nuevo con representantes de organizaciones y con responsables de las principales compañías azucareras, como Consorcio Azucarero de Empresas Industriales (CAEI). EFE
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