lunes, 23 de septiembre de 2013

Hermafrodita de Bonao tras identidad de mujer

Cuando la maestra y sicóloga Beatriz Mercedes de los Santos comenzó a observar los rasgos físicos y habilidades femeninas de Luis Alfredo Rosario Delgado, inmediatamente se dio cuenta de que “algo extraño sucedía con este jovencito”.
Y es que luego de varias terapias y conversaciones con delgado, la profesional de la conducta humana logró que este le contara qué le sucedía, descubriendo entonces que se trataba de un joven hermafrodita que, por determinación del médico que lo trajo al mundo, fue declarado como hombre, aun siendo más mujer.
A sus 23 años, Luis Alfredo es Gissell Altagracia Rosario Delgado, una hermosa joven que cursa el último año del bachillerato, no tiene documentos de identidad y eso le está tronchado  sus sueños.
“Después de cuatro intervenciones quirúrgicas y gracias a la bondad de los médicos de la Clínica Cruz Jiminian, he logrado ser lo que siempre debí ser: una mujer, pero soy una viva inexistente porque no tengo nada que me identifique como quien soy”,  cuenta Gissell, con evidente nostalgia.
A los 16 años, Gissell desarrolló un tumor que demandó de una intervención de urgencia por especialistas de la clínica Cruz Jiminian, seguida de otras tres que la dejaron solo con su condición de mujer.
Gissell narra que cuando niña usaba los tacones de su tía para jugar y que hacía los quehaceres domésticos sin que se lo pidieran, lo que creaba rumor en su alrededor.
La joven hermafrodita, perdió a su madre a los dos días de haber nacido, producto de la hepatitis B y solo cuenta con su abuela paterna, Juana Altagracia Riviera, con quien reside en una humilde vivienda de la autopista Duarte, kilómetro 4, Los Arroces, Bonao.
Gissell ha logrado cursar el bachillerato por la osadía de su sicóloga, a quien define como su mentora y a quien debe parte de lo que es, pero sueña con llegar hasta la universidad. Por  eso está buscando ayuda de la Junta Central Electoral para lograr su sueño.
“Sufro mucho cuando voy a una biblioteca y no me dejan entrar porque no tengo cédula; quiero trabajar, pero no puedo llenar un curriculum porque no tengo identidad; quiero ser madre y tener dos hijos que tengan mi apellido, quiero ser una sicóloga  y un día contar mi historia con una sonrisa, pero que sea solo un recuerdo”, dijo a Listín diario la humilde joven.
La sicóloga de la joven hermafrodita dijo que su caso fue enviado a la Junta Central Electoral el 9 de este mes mes, pero los abogados que les han asistido les dicen que en el país no existe un código jurídico que permita estos cambios de género.

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