miércoles, 18 de septiembre de 2013

Sepultan al "limpiavidrios" en San Pedro de Macorís

Velorio del limpiavidrios en San Pedro de Macorís.SAN PEDRO DE MACORíS.-En medio de llantos, dolor y suspiros fueron sepultados este miércoles los restos del limpiavidrios Miguel Méndez Figueroa, quien fue ultimado por un hombre en un incidente ocurrido en el sector Bella Vista.
El cortejo fúnebre del joven, de 25 años, partió desde la funeraria municipal de esta ciudad, ubicada en la avenida Independencia. La muestra de dolor de amigos y familiares era notoria.

“A ese niño lo crie yo desde que tena seis años cuando me junte con su abuela y la crianza que les dimos fue de una personas amable y respetuosa, lo único es que no quiso adaptarse a las restricciones y se fue de la casa y aunque siempre lo buscamos para que no estuviera en las calles, pero como quiera se nos perdía” explicó Nelson Mendoza, abuelo de crianza del limpiavidrios.

El joven muerto habría tomado las calles desde los 16 años y aunque nunca se vio envuelto en asuntos delictivos sus familiares muchas veces no sabían de su paradero.

Miguel Méndez Figueroa era el mayor de cinco hermanos de los cuales dos residen en Estados Unidos y otros dos en el país y residía en la Manzana M número 5 de la Villa Olímpica.

Era vecino de la doctora Altagracia Hernández (Tati), funcionaria de la Junta Municipal Electoral, quien en medio de llantos decía que lo había ayudado a obtener su cédula y que luchó bastante para que estudiara. Explicó que desertó de la escuela.

Era hijo de la señora Aguedita Figueroa, quien murió envenenada hace alrededor de 20 años en el Barrio Las Flores, y del señor Elvin Manuel Méndez, quien pertenece a la Iglesia Tabernáculo Evangelístico de la Villa Olímpica y quien viaja constantemente a Estados Unidos

Quienes le conocieron expresaron que éste vivía prácticamente solo y que deambulaba por las calles, aunque estaba al cuidado de su abuela Flor María Paredes y de su tía Rosario Padua Paredes y un tiempo bajo la tutela de Nelson Mendoza.

Dijeron que frecuentemente el joven viajaba a la capital, donde limpiaba vidrios y se quedaba varios días en un lugar ignorado por sus familiares.

Este 17 de noviembre cumpliría 26 años, pero fue ultimado de un tiro por un hombre identificado por la Policía como Jhonnattan Onel Báez Guzmán, quien le disparó a la cabeza el pasado sábado en la avenida Jiménez Moya con Sarasota en el distrito Nacional.

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