Las autoridades del estado de Florida (EE.UU.) ejecutarán este martes con una inyección letal a Darius Kimbrough, de 40 años, condenado a muerte por la violación y asesinato a golpes en 1991 de Denise Collins, de 28 años, informó hoy una fuente oficial.
La joven fue hallada el 3 de octubre de 1991 desnuda, cubierta de sangre y apenas consciente en el baño de su apartamento en el condado de Orange, en el centro de Florida.
Trasladada de urgencia a un hospital, murió al día siguiente a consecuencia de las heridas recibidas. Los detectives de la policía encontraron semen en el pelo púbico y las sábanas de la cama de la joven asesinada, así como en una toalla.
De ser ejecutado, Kimbrough, que tenía 19 años cuando cometió el asesinato, sería el preso número 81 en ser ajusticiado en Florida desde que el Tribunal Supremo restableció la pena máxima en 1976 y el segundo en recibir una inyección letal con un nuevo fármaco.
La semana pasada, un grupo de abogados que representa a siete presos condenados a muerte apelaron ante la Corte Federal de Jacksonville, en la costa noreste de Florida, para que se detenga el uso del nuevo fármaco Midazolam, que a su juicio no ofrece suficientes garantías para las ejecuciones por inyección letal.
La demanda se basa en que el nuevo medicamento que se usa para las ejecuciones en este estado no está probado ni aprobado científicamente para este tipo de uso, explicó entonces a Efe Carlos Ramos, directivo de la organización Unión Americana de Libertades Civiles de Florida (ACLUF).
El pasado 15 de octubre, el prisionero William Happ, de 50 años, se convirtió en el primer reo en ser ejecutado usando hidrocloruro de Midazolam como sedante. Testigos de la prensa local que asistieron a la ejecución dijeron que esta duró más de un cuarto de hora, mucho más de lo habitual.
Según expertos, el clorhidrato de Midazolam, diseñado principalmente para tratar la ansiedad, no es un sedante apropiado para ser incluido dentro del "cóctel mortal" de tres fármacos que se suministra para inducir la inconsciencia, parálisis y la muerte por paro cardíaco.
Kimbrough fue condenado a la pena capital en 1994 por la muerte de Collins, a quien violó y asesinó en el apartamento de la mujer, en un segundo piso, tras penetrar en la vivienda por una puerta corredera de cristal.
Kimbrough fue arrestado cinco meses más tarde tras violar a otra mujer, de 22 años, mientras ella dormía en su cuarto. La policía identificó al violador por la huellas dactilares que dejó en una ventana de la vivienda.
En el juicio en su contra fue encontrado culpable de los delitos de asesinato en primer grado, robo y violación, cargos por los que fue condenado a muerte y a cadena perpetua.
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