El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, dijo ayer que "otra vez" se le apareció un "pajarito" y que en esta ocasión le dijo que Hugo Chávez "está feliz y lleno de amor de la lealtad de su pueblo".
Maduro habló así durante una fiesta organizada en Barinas, el estado natal de Chávez, al cumplirse hoy 60 años del nacimiento del presidente fallecido el 5 de marzo de 2013.
"Les voy a confesar que por ahí se me acercó un pajarito, otra vez se me acercó y me dijo (...) que el comandante (Chávez) estaba feliz y lleno de amor de la lealtad de su pueblo (...) debe de estar orgulloso", dijo Maduro.
En el acto se cortó una inmensa torta que reproducía una imagen del paisaje del Llano venezolano, donde Chávez creció, y además fue desvelada una estatua del presidente fallecido financiada por la petrolera rusa Rosfnet.
Maduro, que desde el fin de semana pasado también tiene el cargo de presidente del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), aseguró que siente "presente" a Chávez, a quien definió como un "gran profeta".
El presidente celebró además la presencia de un conjunto musical ruso que dedicó varias canciones al gobernante fallecido, y aseguró que al otro lado del mundo "ha llegado la llamarada del calor del amor que el mundo siente por Chávez".
"De Siberia a Sabaneta (ciudad de nacimiento de Chávez) corre el amor por todo el mundo", afirmó.
En abril de 2013, Maduro aseguró que Chávez se le apareció en una pequeña capilla católica, también en Barinas, en forma de "pajarito chiquitico" y lo bendijo antes de arrancar la campaña para las elecciones de ese mismo mes, y se granjeó toda clase de críticas y burlas.
Maduro se defendió diciendo que estaba feliz por haber compartido su "espiritualidad" con el pueblo.
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