La política y los pueblos.

Recuerdo haber visto en varias ocasiones una comedia que se transmite en el  programa del extinto Freddy Beras Goico, donde se presenta a un candidato que su programa de gobierno va dirigido especialmente a los consumidores de alcohol y a las clases más desposeída y más hambrientas de nuestro país que somos la mayoría.

Puedo decir que existe un mensaje negativo en esta comedia, ya que se propagandean las bebidas alcohólicas y pienso además, que si aparece cualquiera por ahí de estos tantos candidatos y hace esta oferta en la realidad, podría ganar cualquier elección fácilmente, esto así; porque cuando se conoce la idiosincrasia de los pueblos subdesarrollados como el nuestro, cualquiera gana si toca favorablemente los puntos clave y débiles que hacen sentir bien a las gentes.

Si realizamos una reflexión luego de analizar estas comedias basadas en el comportamiento sociocultural de los pueblos, podemos concluir diciendo que en todos los países pobres sus gentes llevan dentro de sí, cosas que nada ni nadie les harán cambiar porque son parte de su cultura transmitida de generación a generación y todo presidente que gobierne contrario a estas leyes naturales que adquieren los pueblos, fracasará irremediablemente.

En nuestro país por ejemplo,   los gobiernos siempre han estrangulado a las clases inmisericórdemente, al quitarle el derecho que tienen de por lo menos sentirse regocijado en un momento dado aunque sea para olvidar las penurias que padece.

Digo esto porque hay dos cosas que hacen sentir satisfecho a las clases de un pueblo pobre y si se las quitan, inmediatamente manifiesta la inconformidad que se ha presentado en algunos momentos. Estas dos cosas son la comida básica de los hogares y el derecho de adquirir su bebida preferida a precios módicos, lo que le permite sentirse contento en los momentos de recreación.

Si tomamos en cuenta estos análisis, al saber de acuerdo a estadísticas reales, que lamentablemente aquí más del 80% del dominicano, en lo que se refiere a la bebida, les gusta darse sus traguitos. Es un error de los gobiernos de turno, gravar estos productos porque con esto le dicen al pobre que su familia pasará hambre, ¿por qué? porque todo aquel que les gustan sus tragos, no importa al precio que lo pongan, desgraciadamente siempre sacará para comprarlo, esto así, porque el que gusta de tomar, cuando cobra su sueldo antes de llegar a casa se detiene en cualquier lugar de diversión y al encontrar un incremento desproporcionado en su bebida preferida, existen muchas probabilidades de que no llegará a su casa con el dinero completo para el sustento diario de su familia.

Por tales razones, un candidato que oferte al pueblo la rebaja, al eliminar los impuestos de todas las bebidas criolla especialmente, y de todos los productos básicos de la canasta alimenticia se producirá rápidamente un respaldo masivo a su favor, porque esto generará la paz familiar que es la base de la felicidad en los hogares mas pobres de un país. La felicidad de un pobre se resume en estas dos cosas, comida y bebida barata  y si eso ocurre, el pueblo apoyará a este gobierno que pensó en una sociedad donde su felicidad se resume en estas dos cosas que llevan a poner y a quitar gobiernos.

Sabemos desde nuestros orígenes que el pueblo ha resumido en sus saberes, basados en la experiencia acumulada por el transcurrir del tiempo, todo lo relacionado con estas dos necesidades naturales, que todo candidato nunca debe tocar desfavorablemente, porque pierde las elecciones.

Por eso en sus ofertas de gobierno, las primeras palabras que un aspirante siempre debe recordar, son esas que están resumidas en las sabidurías populares de las gentes que quitan y ponen presidentes, logrando fácilmente llegar al poder y mantenerse en él si se guía de ellas.

¡”Barriga jarta, corazón contento”!

¡”Fieta y maña gallos!

Lic. Luís Alberto Pérez Ubiera

       cholo-perez@hotmail.com