martes, 7 de junio de 2011

Conservemos nuestra identidad.

En las fiestas patrias, patronales y religiosas de nuestros pueblos, es bueno recordar la forma en que desde sus orígenes se ha expresado nuestro folklore y nuestras tradiciones, que con motivo a las mismas se desarrollan en los diferentes lugares de las regiones donde vivimos y nos desenvolvemos, las cuales no debemos dejar que sean sustituidas por otras importadas de otros países.


Es preocupante por ejemplo, que pueblos de la región este especialmente San Pedro de Macorís y la Romana, donde existen diferentes grupos étnicos compuestos por emigrantes, como es el caso de los “cocolos”, llegados aquí desde las islas Británicas a mediado del siglo X1X a trabajar en la industria azucarera, así como los haitianos que siempre los hemos tenidos con nosotros, nos suplanten nuestras tradiciones.


Digo preocupante, porque estos emigrantes al introducir sus culturas han ido a través de los años desplazando la nuestra y un ejemplo claro es, que en San Pedro de Macorís, los llamados “Gulotas” son los que representan el folklore que se ofrece al turista que visita este pueblo, esta cultura es presentada en los festejos por dichos cocolos, disfrazados con ropa hecha de una tela colorida salpicada de atuendos como collares, argollas y brillos que le dan un toque mágico- religioso, característico de estas islas, estos danzan al ritmo de la flauta fabricada de palo de bambú y cantando los cantos tradicionales que representan su cultura de origen, a la vez que les dan un toque a sus disfraces, pintándose el rostro y usando plumones de aves y flecos de caña sobre sus cabezas, usurpando así el estilo primitivo de nuestros indígenas y confundiendo al turista que nos visita, siendo esto más que un medio de subsistir, que de tener realmente una manifestación folklórica que represente a ese histórico pueblo. Y si no, visitemos una mañana cualquiera el parque central y se comprobará mi observación, aunque ya lamentablemente el turista que nos visita se lleva la falsa imagen de que esa es la cultura folklórica que nos representa en nuestra sultana del este.


También está presente en diferentes puntos el país, lo que se conoce como “Gagá” que está representado por los haitianos mezclados ya a los dominicanos de los beteyes, los campos y ya existe hasta en los barrios de los pueblos en cualquier época, estos salen vestidos con atuendos de múltiples colores y adornados con espejos, pañuelos de colores y collares, recorriendo casi toda una región cantando y bailando al son de la flauta, también hecha de bambú o de cualquier tuvo hueco con una trompeta en la punta, unas también el pito y la tambora, así como también un foete hecho de soga que explotan incansablemente.


Esta cultura tiene sus orígenes en un culto africano conocido como “Voudou”, consistiendo este, en una fiesta mágico-religiosa, que se adoptó en el vecino país en toda su extensión geográfica y desde hace mucho tiempo ha venido a tratar de ser parte del folklore dominicano, siendo acogido por una gran parte de nuestra gente, principalmente en los bateyes azucareros y en algunas comunidades de nuestros pueblos.
Pero muchos, no lo aceptamos como parte de nuestro folklore, porque tiene que ver en gran manera con la magia negra y también porque son fiestas muy desorganizadas, donde se realizan peleas violentas entre grupos, habiendo casi siempre muertos y heridos exhibiéndose todo tipo de armas, también se puede ver como algo antipatriótico y antirreligioso, ya que nuestros símbolos patrios y nuestras tradiciones religiosas, merecen respeto y que no anden con ellos escupiéndolos, quemándolos y tirándoles bebidas alcohólicas encima en medio de estos recorridos que duran varios días, caminando a pie toda una región en medio del desorden, la borrachera y la inmoralidad que exhiben mujeres y hombres con movimientos degradantes ante los ojos de los niños y niñas por donde quiera que pasan.


Nos sentiríamos más tranquilos, si la secretaría de turismo, de cultura o cualquier institución competente, pusiera más atención a este tipo de festejos, a fin de detener los aprestos de desplazar nuestra cultura y nuestras verdaderas y originales tradiciones folklóricas, por culturas extranjeras que todos sabemos que representan, en algunos casos; religiones que no están plasmadas en las sagradas escrituras, como es el caso especialmente del “Gagá”, derivado del “Voudou” y adoptado en Haití que siempre tiene los ojos fijos mirando hacia esta parte de la isla que nos pertenece.


Sería bueno y saludable, que nuestras regiones y los diferentes pueblos dominicanos que la componen, volvieran a sus orígenes, rescatando y conservando sus verdaderas raíces y manifestaciones folklóricas y que nuestro país siga siendo representado en todo el mundo, por las tradiciones heredadas de nuestros antepasados de cada un de nuestros pueblos, como es el caso del merengue de acordeón, el velorio de atabales, las salves, las excursiones religiosas, los desfiles, las máscaras, el Bakiní, las décimas improvisadas campesinas, la GÜíra y la tambora criolla…


Lic. Luís Alberto Pérez Ubiera
cholo-perez@hotmail.com







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