Cuatro pescadores venían siguiendo desde hace cinco días la ruta del gigante pez que cayó en la trampa.
Nelson López, quien encabezó el grupo junto a sus hermanos Ramón, Porfirio y Nelsito López, narró que comenzaron la captura a las 9:00 de la mañana del miércoles y lo lograron pasadas la 1:00 de la tarde.
La captura del tiburón, de 20 pie de largo y más de mil libras, se convirtió en un acontecimiento, que provocó la atención de centenares de personas que subieron al elevado, ubicado en esas inmediaciones, y fotografiaron con celulares en momentos en que lo descuartizaban para vender su carne a 100 pesos la libra.
Agentes de la Autoridad Metropolitana del Transporte (AMET) debieron intervenir para viabilizar el tránsito, que fue paralizado casi por completo.
Con una botella de ginebra que no soltó de las manos, Nelson quien se definió como capitán del equipo Los Equipa Fondo; dijo que el tiburón, que se tiene entre los más peligrosos, junto al blanco, rompió la trampa.
En sendos sacos, algunos guardaron parte de la carne para sacarle el aceite y venderlo. Otros utilizarían los colmillos y otras partes con las que dijeron iban a compensar la pesca del día.
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