Milagros y Félix y sus tres hijos, viven en la más extrema pobreza en
una choza en la salida de Miches hacia Sabana de la Mar.
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La caida de un peso completo que obtuvo 49 victorias y ahora la vida
lo pega de la soga.al colocarlo, junto a su familia en la indigencia
total.
La familia reside a la salida del municipio de Miches " “Pesco de
noche, para comer en el día. Si no pesco, no hay comida” dice Felix
Rodrìguez cabeza de familia, quien pese a que fue campeòn de boxeo un
problema de salud lo bajò del cuadrilàtero y hace malabares para
mantener los 4 miembros de su familia en un lugar ubicado a 38
kilómetros de El Seibo.
Félix Zorrilla Rodríguez fue campeón nacional de boxeo. Ganó 49 peleas
en peso completo y obtuvo medalla de oro en 1978.
Recuerda que ganó en
San Francisco de Macorís y fue campeón regional en 1982 de la mano de
los entrenadores; Kikín Rincón de El Seibo y Víctor Pascual de La
Romana.
“Pesco de noche, para comer en el día.
Si no pesco, no hay comida”dice Fèlix Zorrilla.
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Este campeón de boxeo, apenas se sostiene en pie. Al enfrentarse con
“la vida” no ha podido esquivar la “andanada” de golpes que ésta le ha
asestado en el ring de la indiferencia del Estado. Muchos se preguntan
¿cómo y por qué un atleta que representó al país en juegos nacionales,
sobrevive en medio de la miseria y desolación?
Una angosta choza rodeada de yagua; un destartalado colchón, donde se
acuestan cinco miembros de una humilde familia en la que “llueve
adentro y escampa afuera”.
Es la orilla de un camino hacia la playa
que simula un Macondo cualquiera, apenas a 2 kilómetros a la salida
del municipio de Miches.
Ni el más indiferente escapa a tragar en seco o respirar profundo,
ante el drama de pobreza y limitaciones que se observa. Allí residen,
como cabeza , Félix Zorrilla Rodríguez y Milagros Peña.
El con 58 y
ella con 55 años llevan más de 7 meses viviendo, junto a sus tres
hijos, algo más extremo que la indigencia.
Milagros: “Yo me ocupo de marotear con los muchachos
y de la comida cuando aparece”.
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El lugar se conoce como El Morro, luego de los 2 kilómetros cuando se
sale del municipio, se entra a la derecha 250 metros, por un
campamento que tiene el Ministerio de Obras Públicas, que repara la
vía. Estamos a 38 kilómetros de la ciudad de El Seibo y a 163 de Santo
Domingo.
Los ladridos con poca fuerza de dos perritos callejeros te advierten
que hay vida.
La choza figura abierta, aunque no están sus inquilinos,
claro, no hay nada que llevar. Galones vacios, chatarras, una
carreterilla para cargar agua, retazos, panchos, utensilios, cenizas y
un fogón apagado te dan la bienvenida.
La mitad de una silla plástica es lo único para sentarse, lo demás,
son troncos de los árboles. De un lado y de otro hay tierra de la
finca de Rodolfo de la Cruz.
Ni baño, ni retrete, cualquier necesidad
para el monte y el río a un kilómetro y medio.
Luego de quince minutos de espera y una llamada, ellos llegan. Félix
dice que se dedica a la pesca de cangrejo, “Pesco de noche, para comer
en el día. Si no pesco, no hay comida” porque de la apicultura que es
su segunda opción lamenta que han mermado las abejas.
Futuro incierto
Es el pequeño gran mundo de la familia Rodríguez-Peña. La pobreza
ronda por doquier, aunque la pareja muestra buena `química`. De los
hijos; Emmanuel tiene 17 años y le toca el 4to curso, Eric y Maricruz
tienen 12 años. El primero lo procrearon, el otro lo criaron y la
menor es de una sobrina. Ninguno figuran en las 10 mil aulas del
gobierno, ni en escuelas y menos en colegios por las mismas
limitaciones.
Félix explica que hace 8 años una inyección, lo sacó de circulación al
perder sus facultades. Solo recuerda al Doctor Mazara y las
dificultades que estuvo. Viajó a La Romana ese tiempo y regresó sin
nada, preocupado porque solo “me interesa darle el sustento a mi
familia y un techo”.
A pesar de vivir en “terreno comunero” a la orilla de un camino, temen
que alguien lo quiera sacar y recuerda una advertencia reciente que le
hizo el diputado Juan Maldonado. Mi hija teme y me dice:“papi cuidado
si nos queman”.
El campeón
Félix fue campeón nacional de boxeo ganando 49 peleas en peso completo
y obtuvo medalla de oro en 1978. Recuerda que ganó en San Francisco de
Macorís y fue campeón regional en 1982 de la manos de los
entrenadores; Kikín Rincón de El Seibo y Víctor Pascual de La Romana.
La botijuela
Este hombre sin ninguna facilidad en la “era moderna” ni siquiera agua
purificada para beber, figura ´pegado de la soga´ en la pelea de su
vida. Su mujer oriunda de Mao es consagrada y ocupada de sus
quehaceres y comida “cuando aparece”..
En la ruta por donde viven, se va hacia la playa El Morro que da a un
cementerio indígena. A pocos metros narra, los residuos de una
“botijuela”, una tinaja de la que sacaron hace pocos años, muchas
morocotas de oro, enterradas desde cuando las habría sembrado Juan
Capitán de Hato Mayor quien vivió en la zona para el 1909.
Una dura realidad para una pareja que vive por debajo de lo imaginable
y humano y que junto a sus tres hijos, esperan la mano bondadosa para
reencauzar sus vidas.
Félix dispuesto hacer algo, sin las mimas
fuerzas que cuando era campeón y todos a merced de una ´mano amiga´,
esperanzado en un ´futuro promisorio´ u otro Milagro.
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