Transitar por la carretera que conduce desde Hato Mayor hasta el municipio de El Valle, se ha convertido en un desafío casi fatal para todo el que tiene que movilizarse por dicha vía.
Los aguaceros de la recién pasada temporada ciclónica dieron el golpe mortal a una carretera que desde hace años viene deteriorándose y que no ha merecido su definitiva terminación, aunque la administración del Ingeniero Hipólito Mejía, con solo unos kilometros construidos, la “reinauguró”, en las postrimerías de su mandato. Esta vía de comunicación, que consta de unos 32 kilómetros de longitud, tiene unos 20 asfaltados, de los cuales sus primeros 15, con algunos pedacitos malos, están en buenas condiciones y los últimos 5, que se encuentran entre El Cabao y El Valle, también están asfaltados. Lo antes señalado nos permite determinar que solamente 12 kilómetros conforman el peligro público en el que se ha convertido esta importante ruta que comunica Hato Mayor, además de El Valle, con Sabana de la Mar, Samaná, a través del cruce en bote de la bahía, Las Cañitas y Miches, entre otros pueblos circundantes. La historia de esta carretera, para los que tenemos el deseo de visitar el terruño que nos vio nacer y la hemos transitado por muchos años, nos lleva a aquellos tiempos en los que teníamos que dejar los vehículos en Hato Mayor y partir hacia El Valle en camionetas y otros medios de transporte, que solo podían llegar hasta determinados puntos de la vía, los cuales teníamos que cruzar caminando para tomar otro vehículo y llegar, pedacito a pedacito a nuestro punto de destino. La situación actual del recorrido carretero, nos lleva a pensar que pronto nos veremos obligados a hacer lo mismo que en aquellos tiempos del pasado, ya que hay lugares del trayecto en los que a penas puede pasar un vehículo a la ves y cuyo espacio continúa derrumbándose.
Los aguaceros de la recién pasada temporada ciclónica dieron el golpe mortal a una carretera que desde hace años viene deteriorándose y que no ha merecido su definitiva terminación, aunque la administración del Ingeniero Hipólito Mejía, con solo unos kilometros construidos, la “reinauguró”, en las postrimerías de su mandato. Esta vía de comunicación, que consta de unos 32 kilómetros de longitud, tiene unos 20 asfaltados, de los cuales sus primeros 15, con algunos pedacitos malos, están en buenas condiciones y los últimos 5, que se encuentran entre El Cabao y El Valle, también están asfaltados. Lo antes señalado nos permite determinar que solamente 12 kilómetros conforman el peligro público en el que se ha convertido esta importante ruta que comunica Hato Mayor, además de El Valle, con Sabana de la Mar, Samaná, a través del cruce en bote de la bahía, Las Cañitas y Miches, entre otros pueblos circundantes. La historia de esta carretera, para los que tenemos el deseo de visitar el terruño que nos vio nacer y la hemos transitado por muchos años, nos lleva a aquellos tiempos en los que teníamos que dejar los vehículos en Hato Mayor y partir hacia El Valle en camionetas y otros medios de transporte, que solo podían llegar hasta determinados puntos de la vía, los cuales teníamos que cruzar caminando para tomar otro vehículo y llegar, pedacito a pedacito a nuestro punto de destino. La situación actual del recorrido carretero, nos lleva a pensar que pronto nos veremos obligados a hacer lo mismo que en aquellos tiempos del pasado, ya que hay lugares del trayecto en los que a penas puede pasar un vehículo a la ves y cuyo espacio continúa derrumbándose.
No hay comentarios:
Publicar un comentario