NUEVA YORK._ “¿Quieren irse al cielo?”, fue la última palabra que escucharon las hijas del dominicano Adepso Collado, quien después de asesinar a su esposa Kenia, al concubino de esta, José Guzmán y su hijo Matthew de 14 meses, apuntó el arma hacia las menores que había procreada con la mujer. Las niñas, Evelyn de 8 años de edad y Emily de 6, estaban escondidas debajo de una mesa en el sótano de la vivienda, escena de la tragedia. La mayor, respondió “no, no queremos ir a ningún lado” y acto seguido el hombre se disparó a la cabeza, cayendo frente a sus dos pequeñas que relataron los momentos finales de la tragedia que ha conmovido desde el lunes al tranquilo poblado de Bayonne, donde residía la familia.
Una tercera hija de Adepso y Kenia, Kaelyn de 18 meses de nacida no se encontraba en la casa en el momento de la matanza porque viajó con su abuela a la República Dominicana.
Kenia, quien se había separado hacía seis meses de su verdugo, le pidió el divorcio, pero el proceso se estaba largo y ella decidió comenzar otra relación con Guzmán a quien frecuentemente llevaba a su casa.
El asesino múltiple y suicida, dejó una nota de una página escrita a puño y letras en la que hablaba de la ruptura de su relación con Kenia.
También hirió a la niñera de la familia en un brazo y a otra mujer que estaba de visita en la residencia de los Collado. Amigos de Guzmán le dijeron al periódico New Jersey Journal que éste vivía con su hijo y la madre del menor en el poblado Ridgefield Park.
La dirección de la escuela en la que estudian las hijas de los Collado, envió una carta a los padres de sus alumnos en la que les explica el impacto de la tragedia.
El director del plantel Thomas Fou Junior dijo que se había reunido con los profesores y el personal administrativo para informarles lo que estaba ocurriendo. “Nuestros pensamientos y oraciones están con sus familias”, dijo el funcionario escolar.
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