Hasta ahora, el dominicano trabaja solo por lo que fabrica pocas piezas a la semana, pero su proyecto es ambicioso y costoso. Sostiene que está decidido a seguir adelante hasta ver su sueño hecho realidad.
El dominicano sostiene que el producto es resistente a cualquier tipo de golpe por fuerte que sea y lo garantiza por cinco años.
La diferencia, explica, entre el bumper que creó y los tradicionales es que el de metal tiene el problema de que cuando alguien lo choca, dobla el metal, presiona el carro y ya no se puede volver hacia atrás.
Indica que su bumper está confeccionado con cinco diferentes tipos de materiales resistentes al golpe para que pueda parar el impacto de otros vehículos, además de ser a prueba de agua, sol, sucio y condiciones inclementes del tiempo.
Sus clientes dicen que es una herramienta realmente "mágica" que difiere mucho de los bumpers tradicionales de metal, que por un lado afean la apariencia del vehículo y por el otro, al desmontarlos dañan físicamente el carro, por lo que el propietario sufre el doble daño de lo económico, porque tiene que pagar por la restauración de la parte afectada.
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