Recuerdo como
ahora, aquella tarde calurosa donde nos encontrábamos un grupo de estudiantes
de pedagogía en busca de seleccionar las materias finales de la carrera.
Yo observaba
desde lejos y en mi lugar de espera las facciones del director, quien era la
persona que inspeccionaba personalmente los expedientes de cada uno de
nosotros.
Éramos más
de cincuenta que esperábamos turnos y el
calor nos agobiaba, todo esto ocurría en nuestra Universidad Central del Este.
El Lic. Reynoso,
decano de esa facultad, era y es todavía; un hombre incomodo de tratar y de
mirarlo a los ojos cuando está en sus faenas, con cara dura y expresión
cortante que ponía en ese momento a cualquiera nervioso cuando escasamente
levantaba la vista para interrogarnos.
No vacilaba para
recriminarnos y decirnos las cosas claras y como eran, aunque en realidad, en
el fondo era y es uno de los hombres que yo he conocido de más capacidad y de
un corazón puro y siempre presto a ayudar a los estudiantes, lo que hacía
contraste en ese instante con su expresión de dictador.
Nunca se me
olvida aquella tarde sudorosa y agotadora y recuerdo exactamente a ese
estudiante que estaba en turno frente a frente al Licenciado, quien se veía ya
tan agotado por el trajín, que a ninguno de los del grupo incluyéndome a mí,
nos salía el valor de pronunciar palabra alguna por miedo a que fuéramos
excluidos de la selección de nuestras materias.
Cuando el sudor
y la fatiga nos agobiaban bastante, de repente, el Licenciado Reynoso alzo la
vista y la fijo al rostro de aquel moreno de la Romana que estaba frente a él,
con esa cara tan incómoda de ver porque parece que cuando Dios repartía la
belleza, este muchacho había llegado tarde y es en ese momento que se oyó la
voz aguda pero con una sonrisa y un rostro agradable, el cual nos sorprendió a
todos y nos hizo reír y así poder votar un poco el estrés cuando pronuncio
mirándolo fijamente a la cara en forma de broma, mostrando una media sonrisa y
una mirada amorosa.
¡-Coño amigo,
usted si es feooooo…!
Autor: Lic. Luis Alberto Pérez Ubiera
Cholo-perez@hotmail.com
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