BOCA CHICA. Las venas o caños de agua del rió Brujuela se han visto afectadas en su desembocadura a la playa de Boca Chica, porque los dueños de restaurantes y casetas obstruyen sus salidas, con el consecuente estancamiento de las aguas en el balneario de los capitalinos.
Este daño ocurre a la vista de las autoridades del lugar, que deben velar por que los recursos naturales se mantengan intactos.
La Secretaría de Medio Ambiente nunca ha visitado la playa en procura de resolver este problema.
La playa de Boca Chica contaba con más de 50 manantiales naturales que eran utilizados por los bañistas para sacarse el agua salada del mar. Pero estos pozos han sido cerrados con relleno de arena.
Según explica el ingeniero Manolo Mieses, las piedras que conforman las orillas de la bahía de Boca Chica son utilizadas de manera natural por el río para dejar caer por ellas sus aguas hacia la playa.
Al taparse las salidas se han creado hoyos dentro de la playa, que representan un inmenso peligro.
Mieses indica que los manantiales que forman las venas constituyen una de las características más atractivas de la playa para los visitantes criollos y extranjeros.
Dijo que ningún organismo estatal como la Marina de Guerra, la Secretaría de Medio Ambiente o la Secretaría de Turismo, han notado que los dueños de casetas y restaurantes del lugar dañaron el recurso natural para su beneficio.
En otros tiempos, expresó Mieses, los dueños de los negocios respetaban los recursos naturales de la playa y las casetas, y las sillas estaban lejos de los cincuentas metros de distancia que manda la Ley.
Advirtió que el cambio inducido en la playa provocó grandes hundimientos donde ya se han ahogado tres niños.
Mieses urgió a las autoridades competentes a intervenir en este problema, que se resuelve desenterrando las venas del afluente, y pidió a los organismos que convergen en el sector turismo que desarrollen un programa de recuperación de la playa y sus recursos, ya que los comerciantes han rellenado tanto la orilla que ni las olas llegan al nivel a donde llegaban.
Desplazamiento
Brujuela es el único río subterráneo del país. Nace en la Sabana de Guabatico de Bayaguana, provincia Monte Plata; de allí se desplaza hasta Boca Chica. El curso de sus aguas es soterrado y se forman caños con diferentes direcciones. En algunas zonas corre varios kilómetros por la superficie.
La mayoría de estas venas desembocan en Boca Chica, en el parque Los Tres Ojos y en el kilómetro 36 de la Mella, donde se forma un ojo de agua.
Por la desembocadura del Brujuela se forma en Boca Chica el islote La Matica, deleite recreativo que por décadas representó la principal atracción de los habitantes de Santo Domingo y zonas aledañas.
Pero el abuso y el descuido se unen a la falta de supervisión en contra de este recurso que corre el riesgo de desaparecer.
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