CARTA PÚBLICA DE LOS ESTUDIANTES DE CURSAPEM

CARTA  PÚBLICA DE LOS ESTUDIANTES DE CURSAPEM--UASD AL GOBERNADOR, LEGISLADORES, SINDICOS Y REGIDORES DE LA PROVINCIA SAN PEDRO DE MACORIS.

                                San Pedro de Macorís, R.D

Sábado 12 de marzo de 2011.

Como ustedes recordaran  en fecha viernes 27 de julio del 2007 sesionó en el Howard Johnson Hotel Macorix el Consejo Universitario de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD),  encabezado por su rector de entonces Roberto Reyna, concitando en ese momento  toda la atención  de la sociedad así como de  las llamadas fuerzas vivas de nuestra comunidad.

En  aquella memorable e histórica sesión se aprobó, « iniciar la docencia a partir de enero del 2008  en el Centro Universitario Regional de San Pedro de Macorís (CURSAPEM), implementar programas de post grado y maestría en algunas carreras, la  construcción de la Ciudad Universitaria Pedro Mir en esta ciudad, en honor al  poeta nacional, fallecido hace varios años,  oriundo de esta localidad». Entre otras resoluciones.

Un año después  de la fecha arriba citada, y con el auspicio del nuevo rector de la UASD Franklin García Fermín, y ante la falta de recursos, promesas incumplidas, apatía, desdén y otros factores  negativos se llevó a cabo el viernes 25 de julio del año 2008  un Tele-Maratón en procura de los recursos necesarios que posibilitara iniciar la docencia en el CURSAPEM. Se requería 10 millones de pesos para arrancar. El evento produjo más de dos  millones de pesos. Los restantes ocho millones se consiguieron   con el gobierno central a través de mucho esfuerzo y  laborantismo de cabildeos.  Injusto y mezquino sería no mencionar  en este sentido la destacada participación  en diligencias del diputado Franklin Peña en la consecución de los últimos ocho millones.

En el 2009 se pudo iniciar el primer semestre de clase. Todo esto es historia viva, inolvidable y refrescante.

Para formalizar y canalizar el respaldo de la comunidad de San Pedro de Macorís para con esta noble, altruista y justa causa, anhelo  y lucha de más de 15 años de importantes sectores del pueblo, se creó un comité o patronato de apoyo al CURSAPEN integrado por el gobernador, los legisladores, síndicos y representantes del empresariado, iglesias, Unión de Juntas de Vecinos y otras fuerzas de incidencias publicas y sociales de nuestra provincia.

El comité o patronado arrancó con entusiasmo pero al parecer  temores de clases a  truncado su activismo y hoy se consume en la inercia y el desinterés. Desde esa instancia ninguna actividad en favor de CURSAPEM-UASD se promueve. Su silencio y desdén presume  que estamos frente a una  conspiración empujada por manos interesadas para malograr este altruista  y necesario proyecto de educación superior que en la  actualidad  beneficia  a casi tres mil bachilleres  carentes de recursos para pagar el alto costo  de  la matriculación  universitaria privada. En la UASD su costo es menos de 500 pesos por semestre.

Hoy en medio de dramáticas dificultades, sin local propio, con los estudiantes deambulando  por las calles para llegar al Liceo Gastón Fernando Delinge, Colegio San Esteban,  el CREDI y la sede principal de la Av. Independencia, se imparte la docencia de varias carreras.

Debemos recordar que en su discurso de toma de posesión ante la Asamblea Nacional  el 16 de agosto del 2008 el presidente de la Republica Dr. Leonel Fernández  anunció y prometió  al país la construcción de la Ciudad Universitaria Pedro Mir,  tras este discurso esperanzador  se hicieron licitaciones al respecto  y se  instruyó al Ing. Félix Bautista sobre el particular. Hoy a tres años  de aquella solemne promesa,  ni los terrenos  ni ningún otro apresto se  vislumbra en éste sentido. Hasta ahora todo se ha quedado en el discurso. Un limbo sospechoso cubre  aquellas palabras  recibidas en la ocasión  con desbordado  júbilo. ¡Ojalá que el engaño inherente en la demagogia clientelista propia del sistema político de dominación   no nos haya timado!

La realidad nos obliga apelar al compromiso y responsabilidad  emanada de la investidura  que la confirió el pueblo  al depositar su confianza y representatividad en cada uno de ustedes al momento de elegirlo con su voto.  Requerimos de urgencia de vuestra sensibilidad.  De su solidaridad militante y firme. Hay que retomar la noble  causa del CURSAPEM. La sensibilidad apremia. La suerte inmediata de unos tres mil bachilleres matriculados lo demanda.  Asumamos, pues,  este nuevo reto libre de ataduras pre-concebidas, de conciliábulos espurios y malditos. Apoyemos esta lucha  digna y decorosa que es de todos. Actuar en otro sentido sería un acto de traición y cobardía imperdonable.

¿ Acaso vuestra actitud  indiferente obedece  a la manipulación prohijadas por  oportunistas que llegaron al patronato imbuido de un protagonismo  nefasto y un vanguardismo  estúpido, actuando cuales  liquidacioncitas, enquistados en nuestra noble causa para sabotear y mermar la capacidad de acción del comité ? Ser sorprendido en su buena fe demuestra  sumisión ante caprichos ajenos.

Ustedes tienen la última palabra, su decisión en este sentido  marcará   su presencia histórica de cara a los intereses que ustedes juraron  cumplir y hacer cumplir, al asumir el cargo público  que hoy ocupan transitoriamente  por mandato popular.

En cuanto a nosotros los estudiantes de CURSAPEM-UASD  jornadas de lucha  y combate esperan por nosotros.  La brega por nuestro centro  es inapelable e imprescindible.  Ignoramos lo que nos deparará  el futuro,  si es necesario prestos estamos  a cualquier riesgo. La patria sabrá  abrir sus dulces brazos  para recibir  nuevos héroes y mártires. Donde hay lucha hay sacrificios. Si las fuerzas  demoniacas de la bestialidad represiva se nos anteponen inyectadas de odio y desprecio ante  nuestros justos reclamos, contra ellas cargaremos dispuesto a dejar nuestra sangre cual flor inmarcesible  del reclamo de esta lucha  redentora, digna y decorosa. Sepan que jamás claudicaremos ni asistiremos genuflexos a rendirnos frente a los timoratos  e irresponsables  que se cobijan en la felonía y la traición.