lunes, 21 de enero de 2008

CONTINUA LA DEVOCION A LA VIRGEN DE LA ALTAGRACIA

HIGÜEY.- Miles de feligreses continuaban llegando a esta ciudad desde diversos puntos del país para participar en la festividad del 21 de enero en honor a la Virgen de la Altagracia, la cual tiene una importancia tal para los dominicanos, que además del aspecto devocional y religioso, guarda estrecha relación con reclamos, actuaciones y acontecimientos importantes de la historia de la provincia.
Cada año la celebración crea un sinnúmero de conjeturas y expectativas, especialmente para los nativos, respecto a las decisiones y obras pendientes, lo cual adquirirá mayor dimensión en medio de la campaña electoral, cuando los tres candidatos principales, el presidente Leonel Fernández, Miguel Vargas Maldonado y Amable Aristy Castro volverán a verse la cara hoy en la Basílica de Higüey, con motivo del Día de Nuestra Señora de la Altagracia.
Fernández, candidato del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), Vargas Maldonado, de Revolucionario Dominicano (PRD), Aristy Castro, del Reformista Social Cristiano (PRSC), asistirán a la misa que se celebrará a las 10:00 de la mañana en la Basílica.
El mandatario, además de participar de la ceremonia oficial en la Basílica, agotará un programa de inauguraciones de obras que incluyen un polideportivo y tiene previsto también reunirse con empresarios turísticos.
La fecha no solo registra el evento como una fiesta religiosa que tradicionalmente se toma como tribuna del clero y los residentes, sino que de la misma no escapan ni los propios mandatarios.
Estas festividades religiosas, además de estar cargadas de promesas, traen consigo anécdotas y decisiones que repercuten en el diario vivir de la provincia y la nación, posteriormente.
El culto y la devoción altagraciana se han constituido en un escenario ideal para que se realicen peticiones de nativos y residentes en otros puntos del país, pero la ocasión también se aprovecha para que sectores importantes se reúnan con el presidente de la República, en un tradicional almuerzo que se realiza en el obispado, concluida la misa solemne.
El obispo también aprovecha el púlpito para hacer una petición que motive a la paz entre políticos y el pueblo, especialmente en años electorales, y también se refiere a la carta pastoral de los obispos.
Hoy también se reclama solución a problemas que aquejan la región y que inciden en la cotidianidad del país. Los empresarios han abogado por las vías de comunicación y los higueyanos por un acueducto.
Además se aprovecha la fecha para armonizar relaciones, por la oportunidad que concede el ambiente y el ritual en que se desenvuelve la ceremonia.
Los feligreses aprovechan también para cumplir promesas de peticiones individuales o por la salud de familiares, clamando por curaciones y milagros a la Virgen de la Altagracia, que se tiene como la madre espiritual del pueblo dominicano.

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