SAN PEDRO DE MACORIS.- Si en las filas de las Estrellas Orientales hay un ganador en medio de la derrota lo es su inicialista Willis Otáñez, quien llegó a este conjunto procedente desde los Tigres del Licey casi a mitad de la temporada.
La derrota verde golpea a todo un equipo y más aún a una fanaticada que tiene ya 40 años de espera para ver a su equipo coronarse campeones.
“Yo hice todo lo que estuvo a mi alcance para ayudar a este equipo, me entregue y hasta con molestias jugué”, dijo Otañez, tras la derrota.
Afirmó el jugador que le hubiese gustado ganar e ir a la Serie del Caribe, pero que lamentablemente tendrá que esperar hasta octubre.
Dijo que nunca perdió las esperanzas y todavía con el marcador en contra tuvo la ilusión de que se podía ganar.
“Ha sido una buena experiencia jugar aquí, espero lograr algún día ser pieza importante para este equipo y ganar una corona”, afirmó Otáñez.
Un ejemplo de la ayuda que fue Otáñez para las Estrellas Orientales fue su apoyo ofensivo en el partido de anoche al pegar de 5-4 con dos dobles, dos hits, una anotada y otra empujada.
Junto a Otáñez otra pieza clave para las Estrellas fue el soporte de Joel Guzmán, quien a pesar de aportar tres impables, uno de ellos doble, con dos empujadas, su equipo no pudo aprovechar y ligar más carreras.
“Cumplí mi misión y espero tener la oportunidad de seguir ayudando el año que viene”, dijo Otáñez.
Las Estrellas fueron descalificadas anoche por las Aguilas del Cibao tras caer con pizarra de 7 carreras por 6. Las Estrellas tienen por delante el reto de seguir cultivando la cosecha de jugadores jóvenes que este año sobresalieron y que a pesar de esto no pudieron avanzar.
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