Los cuarenta se definen como una época de cambios en la vida de toda persona, y es por esto que se hace necesario dejar de lado la vida sedentaria, saltar del sillón acostumbrado, convocar menos esas siestas encantadoras y comenzar a realizar alguna actividad física.
Según Lissette Cedano, entrenadora personal del gimnasio Santa Fe, “el cuerpo entra en otra fase de transformación, es por eso que una persona inactiva o que lleva una vida sedentaria corre de un 65 a un 75% de riesgo de padecer algunas de las enfermedades tales como: la osteoporosis, hipertensión -ya sea leve o severa-, problemas coronarios, diabetes, obesidad, colesterol, artritis entre otras que se añaden.”
La especialista enfoca que, después de los cuarenta años se acelera la hipotonía muscular, es decir, la disminución del tono de los músculos, lo cual es contrarrestado con ejercicios que combinados con levantamientos de pesas livianas o moderadas preferiblemente, tonifican el cuerpo.
El ejercicio aumenta la fuerza, da más energía y ayuda a reducir la tensión, mejora el ánimo, el humor, el sueño y la agilidad mental al tiempo que quema calorías y disminuye la ansiedad y el apetito.
Según Lissette Cedano, entrenadora personal del gimnasio Santa Fe, “el cuerpo entra en otra fase de transformación, es por eso que una persona inactiva o que lleva una vida sedentaria corre de un 65 a un 75% de riesgo de padecer algunas de las enfermedades tales como: la osteoporosis, hipertensión -ya sea leve o severa-, problemas coronarios, diabetes, obesidad, colesterol, artritis entre otras que se añaden.”
La especialista enfoca que, después de los cuarenta años se acelera la hipotonía muscular, es decir, la disminución del tono de los músculos, lo cual es contrarrestado con ejercicios que combinados con levantamientos de pesas livianas o moderadas preferiblemente, tonifican el cuerpo.
El ejercicio aumenta la fuerza, da más energía y ayuda a reducir la tensión, mejora el ánimo, el humor, el sueño y la agilidad mental al tiempo que quema calorías y disminuye la ansiedad y el apetito.
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