HIGUEY.- La Secretaría de Agricultura y el Departamento de Sanidad Animal sacrificaron ayer más aves en una finca que aun permanece bajo vigilancia porque se detectó el virus de la influenza aviar. Las autoridades sanitarias utilizaron trajes especiales para penetrar a las granjas, donde sacrificaron las aves a palos, las colocaron en una funda plástica y luego las enterraron en una fosa común de ocho pies de profundidad.
Para penetrar a las trabas de gallos y ejecutar la medida, estuvieron acompañados del procurador fiscal Lucas Evangelista Pérez José y otros funcionarios del ministerio público.
Las granjas de esta ciudad donde se detectó en diciembre del año pasado el virus de la influenza aviar todavía permanecen custodiadas para evitar la entrada y salida de gallos, gallinas y otras aves.
El director regional Este de Agricultura, doctor Luis Rafael Cedeño, recordó que los gallos infectados entraron al país de forma ilegal a través de una lancha privada.
Precisó que Agricultura impuso una cuarentena a las trabas de gallos ubicadas en los alrededores de la granja donde se detectó la presencia de la gripe aviar.
Indicó que las trabas donde se están sacrificando las aves pertenecen a Agapito Rodríguez, puertorriqueño; Anordo Morales, Senen Rodríguez, Wilfredo Martínez, Enemencio Berroa, Dionisio Cruz Martínez y Roberto Rodríguez.
Explicó que adoptaron la decisión para evitar que continúe progagándose el virus.
El director de Agricultura estuvo acompañado del director de Sanidad Animal, doctor Ramón Quiñones; Clemente Rodríguez, epidemiólogo; la subencargada de Epidemiología, Dejelia Gómez.
También del coronel del Ejército Nacional, Jiménez Concepción, encargado de proteger la comisión; doctor Samuel Cueto, de Salud Pública; Vinicio Félix, perito del Banco Agrícola.
Los propietarios de las trabas se fueron del lugar y solo permaneció uno de ellos, debido a que se sentían deprimidos al ver cuando mataban a sus aves, las cuales querían como si fueran hijos.
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